lunes, 10 de enero de 2011

Donde todo empieza...

Tengo que aclarar que hago esto porque me obligan. Estaba yo tan tranquila en el bar de siempre, en mi rincón, bebiendo una jarra de cerveza, cuando aparecieron ellos. No pidieron permiso. Se sentaron cada uno a un lado y comenzaron a hablar como cotorras. Yo en medio, siguiendo la conversación a duras penas. Sólo con la cuarta jarra alcancé a entender algo. Discutían por cualquier cosa, por lo más nimio, por todo, y pedían mi intervención como árbitro. Intenté explicar que no sabía de las técnicas de arbitraje, que no podía más que expresar una mera opinión y en voz muy bajita, pero no me escucharon. Aún así, con la sexta jarra conseguí convencerles para que me dejaran estar callada, y ya con una peonza que te cagas, me puse a tomar notas. Al final acordamos que yo redactaría detalladamente sus conversaciones, y a cambio me avisarían con tiempo de la próxima vez que los planetas se alinearan a mi favor. Ante tal ofrecimiento no pude resistirme. Lo que yo no sabía era que la letra pequeña del trato incluía esto del blog... Me negué, lo rechacé, clamé al cielo mi inutilidad. Incluso alegué que sólo tenía dos dedos en la mano derecha y que así no podría escribir, pero me respondieron que sobraba uno.


Así que aquí estoy. Forzada por una miniletra a ser escriba de los delirios de dos seres arrojados a la red por voluntad propia.


Sólo espero que no matéis a la mensajera.


E.

3 comentarios:

  1. mola esto. me gusta como escribes.
    Esto promete

    chau!

    ResponderEliminar
  2. Muy bien mi amor, sigue con tu inspiracion y llegaras a lo mas alto del altar con un libro de oro lleno de tus locuras... Te castigare llenando tu corazon de amor.

    ResponderEliminar
  3. jajaja anda q1ue me costóoooo, me gustan tus etiquetas, cerveza y peonzas jajaajajja

    sigo leyéndote jajajaja

    ResponderEliminar